Algunas de mis experiencias personales como trader
Hace unos días fui a mi banco a firmar la actualización de algunos datos, y el gestor que tengo asignado me preguntó si me dedicaba a algo relacionado con las criptomonedas. El motivo de la pregunta es la cantidad de transacciones por ventas y compras de Bitcoins que había en mi cuenta bancaria.
El motivo de la pregunta era porque, esta persona, había pensado en comprar Bitcoins porque un amigo le había enseñado que compró Bitcoins a 18.000€, y ahora estaba a 30.000€, y como no, él también quería invertir.
Debemos tener claro que, cuando tomamos la decisión de arriesgar nuestro dinero para conseguir un rendimiento, debemos hacerlo cuando la esperanza matemática es positiva, cuando la probabilidad de conseguir beneficios es superior a la de obtener pérdidas, cuando la ratio riesgo beneficio es superior a 1:1.
No es comparable, pero Rockefeller dijo: “Cuando mi limpiabotas invierte en bolsa, yo lo vendo todo”.
El trading dependiento de la oferta y demanda
Otro detalle que me impactó de la conversación fue el razonamiento que me hizo de que invertir en una criptomoneda es invertir en algo cuyo valor se rige por la oferta y demanda, y que invertir en acciones es algo más seguro, ya que estás invirtiendo en algo, en una empresa, en algo tangible.
Yo, cuando compro una acción, estoy adquiriendo una participación sobre los resultados de una empresa, tengo un título que esta respaldado por el valor bursátil de dicha empresa. Un valor bursátil que está generado en función de la oferta-demanda de acciones de dicha empresa.
Si todos quieren acciones de la empresa, los compradores estarán dispuestos a pagar más por cada acción que hay en circulación debido a su escasez. Si por el contrario nadie quiere acciones, los vendedores tendrán que bajar el precio para conseguir vender.
Si es como Wallapop, donde tienes un producto como cualquier otro que no se vende, te regatearán y tendrás que bajar precio para conseguir venderlo; Pero si tienes la última tarjeta gráfica del mercado, y no hay stock, podrás pedir lo que quieras por ella, que alguien te la comprará.
Pues bien, compres una acción de una empresa o un porcentaje equivalente de una criptomoneda, el valor del bien esta determinado por la oferta-demanda, y el hecho de tener un derecho sobre una empresa o un porcentaje de una criptomoneda es lo mismo, bajo mi punto de vista, ya que el valor de las dos cosas está determinado por el dinero que los compradores están dispuestos a pagar.
El Bitcoin como moneda
Otro detalle a tener en cuenta es que con un Bitcoin puedo pagar en algunos lugares, puedo enviarle dinero a un conocido o puedo cambiarlo, al instante, por euros. En cambio, una acción de una empresa debo esperar a que el mercado este abierto e introducir la orden de venta y conseguir un comprador al precio indicado.
Es curioso que tengamos esa mentalidad, en Asia, por ejemplo, se realizan más transacciones con criptomonedas que en Estados Unidos y Europa juntas, y en África se realizan unas 600.000 transacciones por año siendo los países con más movimiento Nigeria, Sudáfrica y Kenia. También es curioso, pero Kenia lidera el ranking mundial de transacciones P2P con criptomonedas.
España se encuentra en el puesto 37 del Índice Global de Adopción de Criptomoneda, y en el puesto 29 en volumen de criptomonedas recibidas, pero obtiene el puesto 66 en cuanto a transacciones P2P.
Debemos reconocer que una gran parte de las transacciones de criptomonedas tienen un fin especulativo. Pero, si estos movimientos especulativos tienden a generalizarse, las criptomonedas serán aceptadas como instrumento de transferencia de valor y de pago. Antes o después acabarán por formar parte de nuestra vida cotidiana y, por lo tanto, cambiará la forma del dinero.
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